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Channel: feminismo – en letra minúscula
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Huelga feminista 8M

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No debe ser fácil tener una hija y educarla sabiendo la mierda a la que se va a enfrentar (menos oportunidades, peores salarios, ser juzgada por tu físico, acoso…). A todas nos han dado consejos vagos, recomendaciones que si lo piensas son retorcidísimas (¿a cuántos hombres les han dicho sus padres que no pierdan de vista la copa cuando salen de noche?) y supongo que al igual que nosotras no hemos contado a nuestras madres toda la mierda a la que nos enfrentamos por el simple hecho de ser mujeres tampoco lo hacen ellas (y lo que debieron ver, aguantar y sufrir las mujeres que vivieron durante la guerra no lo quiero ni pensar). Que de algo no se hable, o no se hable a diario, no significa que no pase ni que vaya a dejar de pasar a corto plazo, así que la huelga me parece más necesaria que nunca: hay que nombrar las cosas, señalarlas y denunciarlas.

Si viviera en España no me lo pensaría dos veces: iría a la huelga feminista. Entiendo que hay gente que no puede -recomiendo encarecidamente seguir la cuenta de Twitter de Quiero y no puedo, en la que mujeres están compartiendo de forma anónima por qué no pueden sumarse a la convocatoria- pero siempre quedan, afortunadamente, las manifestaciones, incluso no mixtas: me parece estupendo que las haya. Hace años recuerdo que me negaba a excluir a los hombres de según qué cosas, que caía en el “not all men” (que tire la primera piedra quien nunca haya roto una lanza por su amigo, su compañero, su padre, quien fuera, para sacarlo del cajón de hombre machista), pero ya no: hay espacios que son y deben ser sólo nuestros, al menos, como poco, hasta que las cosas cambien radicalmente. Después de todo ellos tienen ya todos los espacios imaginables copados… por eso les gusta tan poco el #metoo, por eso es más fácil tratar de descalificarnos llamándonos feminazis, por eso es más fácil mirar para otro lado, o hacerse el ofendido, o marcarse un “mansplaining”, o ir de aliado, o decir mierdas como”no si yo no soy machista pero las mujeres os estáis pasando con lo del #metoo y con lo del feminismo que a este paso vamos a tener que firmar un contrato para poder tocaros” o mil cosas parecidas más que todas hemos vivido.

Y no, el 8M no necesitamos que los hombres curren por dos y que se deslomen para “ayudarnos”: necesitamos que los hombres, mañana, hagan lo que hacen siempre, porque si de repente ese día a todos les da por cubrir ausencias y deslomarse con los cuidados (que parece mentira que en el siglo XXI sigan dependiendo de las mujeres), NO SE VA A NOTAR TANTO LA HUELGA. Es preciso que los hombres hagan (o dejen de hacer) lo de siempre para que de verdad se palpable que no se nos puede seguir ninguneando, ni pagando menos, ni acosando, ni amenazando, ni diciéndonos cómo vivir.


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